La lucha por alcanzar mejores condiciones de vida de los pueblos
indígenas y de las mujeres indígenas específicamente, se logrará aceptando la
importancia que tiene su riqueza y diversidad cultural, y dejando atrás la
lógica discriminativa y sexista que marcan hasta hoy el relacionamiento que
tienen con el resto de las sociedades. En el caso de las mujeres indígenas, no
se puede hablar de un solo tipo de pobreza sino de una dinámica muy compleja de
triple discriminación marcada por su condición étnica y social, económica y de
género.
De esta manera el desarrollo no puede ser determinado sino por las
mismas muje-res indígenas que deben proponer sus propias agendas de desarrollo
lo cual les permitirá rescatar elementos de su cultura, de su forma de vida y
de visión del mundo.
Por esta razón se requiere un compromiso fundamental de los actores
sociales vin-culados al desarrollo y la conversación, que permita generar
espacios y propuestas que res-caten la diversidad y la riqueza local para así
poder alimentar las lógicas globales. Solo de esta manera se generará un
balance que permita que los grandes compromisos internacio-nales como los ODMS,
incluyan además de la materialidad del desarrollo, las dimensiones sociales y
culturales. Queda de esta manera el gran reto de impulsar la dimensión de la
diversidad cultural de las mujeres indígenas en los ODMs y de su aplicación en
todas sus es-feras de acción a nivel nacional, regional y global.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario