En este blog encontraras el análisis de los Determinantes Sociales de la Salud en el estudio de un caso de una mujer Kichwa, y del impacto de estos sobre su vida. Ademas estaremos compartiendo reflexiones, comentarios, información y demás, en relación a los distintos temas relacionados con este caso.
jueves, 16 de enero de 2014
Cómo afrontar los problemas.
Hay que empezar por conocer y delimitar adecuadamente el problema. En el caso de los problemas de salud de las mujeres indígenas en América Latina, se conocen bien cuáles son y cómo se presentan. Cuando se trata de cómo abordarlos, existen los lineamientos internacionales, organismos locales, y hasta políticas de gestión que parecen indicar hacia la misma dirección: la interculturalidad.
¿Qué implica esto?
Desde un enfoque de salud global parece ser la utilización del 'expertise' internacional en conjunto con el conocimiento local para generar intervenciones culturalmente relevantes. Sin embargo, donde parece ser existe la mayor brecha no es tanto en la delimitación del enfoque y el problema, sino en la implementación de las acciones. Seguimos sin saber exactamente cómo afrontar los problemas. Y no deberíamos; al menos no al principio.
Llevar la salud a los pueblos más marginados y vulnerables, desde un enfoque asistencialista, indica que se necesita hacer más accesibles tanto los servicios de atención primaria como los de cuidados especializados. Nadie pone en duda la relevancia de la declaración de Alma Ata. Por otro lado, en países de Mediano y Bajo Ingreso (como los de Latinoamérica), la demanda rebasa la capacidad de respuesta y hay una evidente brecha a la atención que va más allá de su accesibilidad física. Tiene que ver con cómo hacer que la atención realmente "llegue" a la comunidad. Es una cuestión de adaptación cultural.
Un ejemplo de esto, y relevante al tema de las mujeres indígenas, es la atención al marcado problema de alcoholismo existente en las comunidades rurales. La normalización del consumo excesivo entre los hombres y la violencia dirigida a las mujeres en el entorno rural ha sido ampliamente registrado y reportado, sin embargo al momento de enfrentarlo es necesario ver más allá de lo que universalmente se acepta (tratar al bebebor) y pensar en quién realmente es quién padece este problema (las mujeres y familias de los bebedores).
Afrontar el problema, en esta caso, implicaría enseñarles a las mujeres en las comunidades rurales a afrontar el problema. En 2011, se puso a prueba una intervención psicológica basada en un modelo donde se enseñó a las familias de alcohólicos en una comunidad indígena a identificar y modificar la manera en que responden frente al alcoholismo de su familiar bebedor de manera que se vea beneficiada su salud mental; esto mediante la generación y búsqueda de redes de apoyo y la adopción de una posición gradualmente más independiente y asertivas frente al problema. Los resultados fueron prometedores, y el principal reto (y posible clave de su relativo éxito) fue la adaptación cultural de los materiales de la intervención. Metódica y sistemáticamente se pusieran a prueba los contenidos de la intervención de manera que la población blanco no sólo los entendiera, sino se identificara con ellos y disminuyera sus resistencia ante la ayuda psicológica. Antes de comenzar la intervención, no había manera de que los investigadores supieran cómo hablarle a la población, lo que si sabían era cómo adaptar los materiales.
Es ahí, donde el método internacional requiere del conocimiento local. Determinar qué es importante realmente, y cómo hacerlo de manera que la intervención, no sea invasiva.
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